Arte Realeggza - Cascarón de ñandú |
Este bello Arte es también conocido como el Arte de decorar huevos o huevos decorados, su nombre es la combinación de las palabras Realeza con Egg dando como resultado "Realeggza"; en el que se utilizan los huevos de codorniz, gallina, pato, ganso, pavo, ñandú, avestruz africana y emú principalmente; los cuales son dispuestos y decorados con la ayuda de variadas técnicas de pintura, calado, incrustación y forrado; logrando piezas únicas.
Esta práctica decorativa surgió como un pasatiempo, aproximadamente en la era neolítica, cuando el hombre vivía en cuevas, cazaba y buscaba su alimento.
Los diseños mayormente blancos, marrones y negros eran llamados Trypillan, estos huevos eran pintados con pigmentos naturales obtenidos de la tierra, y reflejaban las vivencias y observaciones del hombre. Por ejemplo, el preservar la imagen de un animal en el huevo aseguraba su perentoria caza; así como, el dibujar plantas y otros objetos era la forma de atraerlos. En otras palabras, era una manera de capturar el espíritu o esencia de los objetos dibujados.
Con el paso del tiempo, las herramientas evolucionaron y los diseños plasmados en los huevos se hicieron más complejos y llenos de detalles. De igual manera, aparecieron nuevos y llamativos colores, gracias a las numerosas combinaciones de plantas, realizadas por el hombre. Lo único que se mantuvo intacto fue el plasmar los deseos en la decoración; pues si el hombre deseaba obtener una buena cosecha, éste dibujaría trigo sobre el huevo.
Gracias al desarrollo de este delicado y auténtico arte, considerado por diversos pueblos (chinos, egipcios, hindúes, persas, galos, romanos), como símbolo universal de buenos deseos, fecundidad, vida y renovación; nació la idea de regalar huevos decorados en ocasiones especiales como cumpleaños, compromisos, bodas y hasta en caso de enfermedad como signo de sanidad.
En algunos países como Ucrania el obsequiar huevos decorados en la Pascua, los convirtió en una tradición y a su vez en objetos de culto. Según cuenta la historia en la antigüedad la Iglesia Católica no aconsejaba el consumo de huevos durante la Cuaresma; pero como es obvio, las gallinas continuaban poniendo huevos, ajenas a los preceptos o cánones religiosos; por lo que éstos, eran recogidos y guardados.
Sin embargo, al llegar el domingo de Resurrección, este mandato ya no regía, convirtiendo este día en la fecha señalada para compartir o regalar los huevos reservados durante esta época. Fue de esta manera como empezó la costumbre de obsequiar una canasta de huevos frescos en la Pascua, los que además se coloreaban o pintaban, transformándose en un original y magnífico detalle.
Esta práctica decorativa surgió como un pasatiempo, aproximadamente en la era neolítica, cuando el hombre vivía en cuevas, cazaba y buscaba su alimento.
Los diseños mayormente blancos, marrones y negros eran llamados Trypillan, estos huevos eran pintados con pigmentos naturales obtenidos de la tierra, y reflejaban las vivencias y observaciones del hombre. Por ejemplo, el preservar la imagen de un animal en el huevo aseguraba su perentoria caza; así como, el dibujar plantas y otros objetos era la forma de atraerlos. En otras palabras, era una manera de capturar el espíritu o esencia de los objetos dibujados.
Con el paso del tiempo, las herramientas evolucionaron y los diseños plasmados en los huevos se hicieron más complejos y llenos de detalles. De igual manera, aparecieron nuevos y llamativos colores, gracias a las numerosas combinaciones de plantas, realizadas por el hombre. Lo único que se mantuvo intacto fue el plasmar los deseos en la decoración; pues si el hombre deseaba obtener una buena cosecha, éste dibujaría trigo sobre el huevo.
Gracias al desarrollo de este delicado y auténtico arte, considerado por diversos pueblos (chinos, egipcios, hindúes, persas, galos, romanos), como símbolo universal de buenos deseos, fecundidad, vida y renovación; nació la idea de regalar huevos decorados en ocasiones especiales como cumpleaños, compromisos, bodas y hasta en caso de enfermedad como signo de sanidad.
En algunos países como Ucrania el obsequiar huevos decorados en la Pascua, los convirtió en una tradición y a su vez en objetos de culto. Según cuenta la historia en la antigüedad la Iglesia Católica no aconsejaba el consumo de huevos durante la Cuaresma; pero como es obvio, las gallinas continuaban poniendo huevos, ajenas a los preceptos o cánones religiosos; por lo que éstos, eran recogidos y guardados.
Sin embargo, al llegar el domingo de Resurrección, este mandato ya no regía, convirtiendo este día en la fecha señalada para compartir o regalar los huevos reservados durante esta época. Fue de esta manera como empezó la costumbre de obsequiar una canasta de huevos frescos en la Pascua, los que además se coloreaban o pintaban, transformándose en un original y magnífico detalle.
Pysanky |
Este original arte de adornar los huevos de Pascua en Ucrania se llama “Pysanka” derivada de la palabra Pysanky que proviene del verbo Pysaty que en ucraniano significa escribir. Es decir, que la Técnica Pysanky consiste en proteger las zonas que no se van a colorear con trazos de cera de abejas y luego sumergir el huevo en tintes líquidos, repitiendo la aplicación de cera cada vez que se desee preservar algún color, aplicando tintes a manera de capas, creando así un intrincado patrón con símbolos ornamentales en diversos colores cuyo significado acopia toda una extraordinaria historia de costumbres y tradiciones que han sido transmitidas de generación en generación y que se espera no desaparezcan. Debido a su ardua elaboración los huevos, se vacían previamente, para poder ser preservados.
Krashanky |
Ucrania también conserva otra práctica para la decoración de huevos y es la Técnica Krashanky, que a diferencia de la anterior, en ésta los huevos son cocidos previamente y luego coloreados con patrones sencillos, por lo general de un solo color. Usualmente se utilizan colorantes naturales como la piel de la cebolla para el tono ocre y remolachas para rojos y rosas. Son elaborados para comer en la fiesta de Pascua.
La decoración de los huevos, así como muchas costumbres religiosas, fueron prohibidas en la era soviética, pero esta bonita tradición se mantuvo viva por las familias que las realizaban en secreto o por los emigrantes.
La decoración de los huevos, así como muchas costumbres religiosas, fueron prohibidas en la era soviética, pero esta bonita tradición se mantuvo viva por las familias que las realizaban en secreto o por los emigrantes.
Museo de Pysanka |
Es el edificio en forma de huevo más grande del mundo, cuya altura es de 14 metros y su diámetro es de 10 metros; está hecho de vidrio de colores y su superficie total es de más de 600 metros cuadrados.
Adicionalmente, es el único museo del huevo en todo el mundo, que atrae innumerables visitantes de todos los países, no sólo por su forma, sino también por su llamativo adorno exterior realizado en un espacio tridimensional.
Peter carl Fabergé |
Uno de los más representativos exponentes del “Arte Realeggza” es el joyero ruso Peter Carl Fabergé también conocido como Karl Gustavovich Fabergé, quien trabajó para su padre desde los 16 años de edad, heredando así los secretos de la orfebrería. En 1870 se hizo cargo del negocio, doce años más tarde su hermano menor Agathon que era un brillante diseñador, se sumó a los esfuerzos creativos del negocio familiar, y dieron inicio a su proyecto más ambicioso, aglutinando a los más increíbles artesanos y maestros joyeros en la producción de obras que figuran entre las más bellas, originales y técnicamente insuperables para su tiempo.
La casa Fabergé consolidó su reputación durante los reinados del Zar Alejandro III (1881-1894) y su sucesor Nicolás II (1894-1917) gracias a la creación de extraordinarios objetos elaborados especialmente para la casa imperial.
Cada pieza acuñada por los Fabergé se constituyó en todo un desafío, al convertir un objeto de uso cotidiano en un distintivo de autenticidad y gran belleza; creaciones que no solo se caracterizan por la ingenuidad de sus diseños y la finísima calidad de su factura, sino también por el ingenio y la combinación de materiales para lograr diferentes texturas y efectos: dorados en variadas tonalidades, esmaltados brillantes, plata en formas diversas, piedras preciosas y semipreciosas, son algunos componentes de su secreta y sorprendente fórmula artística; que las hacían más deseables y apreciables, dándoles la connotación de adminículos encantados, que una vez abiertos, podían contener algo afín a sus afectos, como un palacio del tamaño de un dedal, pequeños portarretratos, carrozas, o minúsculos trenes.
La casa Fabergé consolidó su reputación durante los reinados del Zar Alejandro III (1881-1894) y su sucesor Nicolás II (1894-1917) gracias a la creación de extraordinarios objetos elaborados especialmente para la casa imperial.
Cada pieza acuñada por los Fabergé se constituyó en todo un desafío, al convertir un objeto de uso cotidiano en un distintivo de autenticidad y gran belleza; creaciones que no solo se caracterizan por la ingenuidad de sus diseños y la finísima calidad de su factura, sino también por el ingenio y la combinación de materiales para lograr diferentes texturas y efectos: dorados en variadas tonalidades, esmaltados brillantes, plata en formas diversas, piedras preciosas y semipreciosas, son algunos componentes de su secreta y sorprendente fórmula artística; que las hacían más deseables y apreciables, dándoles la connotación de adminículos encantados, que una vez abiertos, podían contener algo afín a sus afectos, como un palacio del tamaño de un dedal, pequeños portarretratos, carrozas, o minúsculos trenes.
Huevo Fabergé |
El catálogo de productos salidos de sus talleres es extenso, según los museólogos, cuenta con más de 150.000 creaciones. Muchas de ellas consideradas como las más misteriosas y exquisitas piezas que, en forma de huevo de Pascua, fueron fabricadas principalmente para los zares y sus familias y de las que actualmente se cuentan 40 con un valor estimado entre 3 y 5 millones de dólares por pieza, las cuales se encuentran dispersas por el mundo en museos y coleccionistas privados.
Ninguna persona ajena a los clientes imperiales conoció estos maravillosos regalos de Pascua; ya que ellos, al igual que sus fabricantes, también los guardaban celosamente y en secreto, a buen recaudo de las miradas tanto de la servidumbre como de las visitas.
Fue solo hasta después de la revolución rusa de 1917 y pasados tres años de la muerte de Fabergé, que estas delicadas obras cautivaron la atención de los coleccionistas; y en 1987 comenzaron a verse con mayor frecuencia en museos y casas subastadoras debido a la crisis sufrida por el poder soviético.
Las únicas veces que han podido ser apreciados en su mayoría fue en:
En tiempos más recientes la decoración de huevos surgió en Inglaterra, como un nuevo arte, con el nombre de Arte Realeggza, imitando a los famosos huevos rusos, pero empleando materiales más económicos; que al igual que los originales, con talento creativo y prolijidad llegan a ser hermosas piezas, dignas de cualquier vitrina.
Hoy en día en Latinoamérica es sinónimo de Arte con cáscaras o cascarones naturales. Para realizar una pieza de exposición se deben realizar los siguientes pasos:
1.Vaciado del huevo, para ello se realizan una pequeña perforación en la parte superior del huevo y una un poco más grande en la parte inferior, para que el relleno salga sin dificultades. Este método se basa en inyectar aire con ayuda de una jeringa o soplar por la perforación menor, para que así extraer todo el relleno por el orificio mayor. 2.Desinfección del cascarón, esta se realiza sumergiendo cuidadosamente el cascarón en una mezcla de agua y cloro.
3.Marcación diseño, se realiza el bosquejo del diseño deseado; que puede ser calado, con apertura central ya sea horizontal o vertical; o completo.
4.Calado del cascarón, Las herramientas para realizar y pulir los cortes deben ser diamantadas y se debe utilizar mascarilla, para evitar que el polvillo de calcio de la cáscara ingrese a los pulmones.
5.Desprendimiento de membrana vitelina, Este procediendo debe realizarse cuando la pieza tiene un intrincado diseño calado, ya que con el paso del tiempo ésta suele resecarse y levantarse, lo que estropearía el trabajo. Para desprender la membrana, una vez la pieza está toda calada, se sumerge en agua tibia, dejándola en inmersión por cerca de 3 minutos; luego suavemente con los dedos se desgarra la membrana, normalmente compuesta de varias capas; así que este trabajo demanda tiempo y paciencia, hasta retirarla por completo.
6.Acabados y decoración, esta es la etapa más divertida del proceso, en la que se le da rienda suelta a la creatividad, luego de realizados todos los cortes del diseño, se pueden aplicar diversas técnicas de pintura y decorar con variados materiales como: telas, brillantinas, lentejuelas, perlas, puntillas, strass, etc.
7.Conservación de la pieza, para proteger estas obras de arte es indispensable utilizar una urna hermética que impida la entrada de tierra; también se pueden conservar bajo vasos o campanas de vidrio.
Si deseas incursionar en este bello y delicado arte, debes tener presente que NO es una labor fácil, pero los resultados son los que llenan el alma de satisfacción.
Es aquí donde vale la pena traer a la memoria el mensaje que el famoso joyero Fabergé dejó implícito en cada una de sus obras...
Ninguna persona ajena a los clientes imperiales conoció estos maravillosos regalos de Pascua; ya que ellos, al igual que sus fabricantes, también los guardaban celosamente y en secreto, a buen recaudo de las miradas tanto de la servidumbre como de las visitas.
Fue solo hasta después de la revolución rusa de 1917 y pasados tres años de la muerte de Fabergé, que estas delicadas obras cautivaron la atención de los coleccionistas; y en 1987 comenzaron a verse con mayor frecuencia en museos y casas subastadoras debido a la crisis sufrida por el poder soviético.
Las únicas veces que han podido ser apreciados en su mayoría fue en:
- Exposición Internacional Universal de París en 1900, donde el gran orfebre recibió una medalla de oro y la Legión de honor.
- San Petersburgo en 1902, durante una recaudación de fondos para la caridad.
- Exposición itinerante Fabergé in América en 1996, organizada por el Museo de Arte Metropolitano, que honro el 150 aniversario del nacimiento de Fabergé, con la primera gran muestra de este tipo en los Estados Unidos.
En tiempos más recientes la decoración de huevos surgió en Inglaterra, como un nuevo arte, con el nombre de Arte Realeggza, imitando a los famosos huevos rusos, pero empleando materiales más económicos; que al igual que los originales, con talento creativo y prolijidad llegan a ser hermosas piezas, dignas de cualquier vitrina.
Hoy en día en Latinoamérica es sinónimo de Arte con cáscaras o cascarones naturales. Para realizar una pieza de exposición se deben realizar los siguientes pasos:
1.Vaciado del huevo, para ello se realizan una pequeña perforación en la parte superior del huevo y una un poco más grande en la parte inferior, para que el relleno salga sin dificultades. Este método se basa en inyectar aire con ayuda de una jeringa o soplar por la perforación menor, para que así extraer todo el relleno por el orificio mayor. 2.Desinfección del cascarón, esta se realiza sumergiendo cuidadosamente el cascarón en una mezcla de agua y cloro.
3.Marcación diseño, se realiza el bosquejo del diseño deseado; que puede ser calado, con apertura central ya sea horizontal o vertical; o completo.
4.Calado del cascarón, Las herramientas para realizar y pulir los cortes deben ser diamantadas y se debe utilizar mascarilla, para evitar que el polvillo de calcio de la cáscara ingrese a los pulmones.
5.Desprendimiento de membrana vitelina, Este procediendo debe realizarse cuando la pieza tiene un intrincado diseño calado, ya que con el paso del tiempo ésta suele resecarse y levantarse, lo que estropearía el trabajo. Para desprender la membrana, una vez la pieza está toda calada, se sumerge en agua tibia, dejándola en inmersión por cerca de 3 minutos; luego suavemente con los dedos se desgarra la membrana, normalmente compuesta de varias capas; así que este trabajo demanda tiempo y paciencia, hasta retirarla por completo.
6.Acabados y decoración, esta es la etapa más divertida del proceso, en la que se le da rienda suelta a la creatividad, luego de realizados todos los cortes del diseño, se pueden aplicar diversas técnicas de pintura y decorar con variados materiales como: telas, brillantinas, lentejuelas, perlas, puntillas, strass, etc.
7.Conservación de la pieza, para proteger estas obras de arte es indispensable utilizar una urna hermética que impida la entrada de tierra; también se pueden conservar bajo vasos o campanas de vidrio.
Diseños Arte Realeggza |
Si deseas incursionar en este bello y delicado arte, debes tener presente que NO es una labor fácil, pero los resultados son los que llenan el alma de satisfacción.
Es aquí donde vale la pena traer a la memoria el mensaje que el famoso joyero Fabergé dejó implícito en cada una de sus obras...
“la imaginación no riñe con la realidad… y para la creatividad, todo es posible”.
Bendiciones y...
Hasta la próxima!!!
Hasta la próxima!!!
Fuente:
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